Hoy
termina la guerra dijo el general González luego de haber estado luchando por
una causa perdida durante 6 meses. Él pocas veces se había arrepentido de sus
acciones pero solo por esta vez sintió que debía hacerlo y lloro
desconsoladamente encima del cuerpo del Teniente Arizt, Él cual hasta el momento
había sido su único y verdadero amigo que no se había apartado de él cuando
empezaron los primeros síntomas que desencadenarían la guerra muchos meses
después.
El
general González salió del castillo y se adentró en un pequeño bosque, el cual había sido su sitio seguro durante la época de la resistencia. En ese
lugar conoció a aquella mujer que le haría desear abandonar las armas. No es
que él pensara en rendirse, le seducía la idea de luchar hasta su último
aliento y morir en una forma perfecta.
Aquel
bosque perdido en cercanías del castillo era el único lugar que escapaba de la
cotidiana imagen de muchas vidas arruinadas que se podía observar al sentir el
hedor de aquellos cuerpos desfigurados. Por eso él trataba de disfrutar hasta
el último segundo en brazos de su casi-amiga, casi-amante y casi-salvadora ya
que debía aprovechar su vida o lo que le quedaba de vida.. no hay tiempo para
sufrir decía sonriendo
La mujer
que finalmente le hizo olvidar el arte de la guerra tenía la piel suave y
hermosa como una flor de loto que acaba de ser arrastrada por el viento a un
estanque. Ese será el emblema que conservare para toda mi vida decía él con
mucha ilusión sin pensar lo que el destino le tenía preparado
Ni
aquella musa de ojos azules ni él mismo general González hubieran imaginado que
no se volverían a ver luego de que el mar decidiera devolver a ese abismo
profundo de donde provenían aquel castillo y el bosque donde aquellos
amantes se habían entregado a una nueva ilusión.
Ese día
fue el último día que la vi decía él mientras una lagrima fría escurría por su
mejilla fatigada luego de 80 primaveras después del fin de la guerra. Saco de
su gabardina el cual sería su último puro que conservaba desde sus épocas de
general y encontró en el estuche donde lo guardaba especialmente para su gran
día una pequeña nota que decía "Estoy bien, volví a donde pertenezco. Si
aún me amas podrás encontrarme al guardar una de tus lágrimas en una botella de
vidrio con un poema de amor y dejarlo desaparecer en el mar... te estaré
esperando no demores".
En ese
momento él general no pudo contener las lágrimas y se sintió afligido por toda
la vida que se le había escapado de las manos lloro amargamente recordando la
promesa de aquella Musa y guardo hasta la última de sus lágrimas llenas de
sentimientos y fue al encuentro con el recuerdo de su amante al mar. Entro con
la botella y su poema de amor y desapareció de las blancas playas donde tiempo
atrás había estado el bosque.
Despertó
en el mismo sitio donde recordaba haberla visto por última vez miro alrededor
atónito y escucho una voz que le decía “porque has tardado tanto pensé que no
volverías”. En ese momento él voltio y la pudo ver a ella exactamente igual
como la había conocido esa noche de luna llena y recordó el color de su
gabardina ese día. La miro y se dio cuenta que lucía como el primer día que la
uso al terminar la guerra.
Señor
carpintero su mejor ataúd para el ultimo de aquellos marineros. Ha muerto el
General González
Alejandro
Nieto
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