jueves, 3 de enero de 2013

Final



Hoy termina la guerra dijo el general González luego de haber estado luchando por una causa perdida durante 6 meses. Él pocas veces se había arrepentido de sus acciones pero solo por esta vez sintió que debía hacerlo y lloro desconsoladamente encima del cuerpo del Teniente Arizt, Él cual hasta el momento había sido su único y verdadero amigo que no se había apartado de él cuando empezaron los primeros síntomas que desencadenarían la guerra muchos meses después.
El general González salió del castillo y se adentró en un pequeño bosque,  el cual había sido su sitio seguro  durante la época de la resistencia. En ese lugar conoció a aquella mujer que le haría desear abandonar las armas. No es que él pensara en rendirse, le seducía la idea de luchar hasta su último aliento y morir en una forma perfecta.
Aquel bosque perdido en cercanías del castillo era el único lugar que escapaba de la cotidiana imagen de muchas vidas arruinadas que se podía observar al sentir el hedor de aquellos cuerpos desfigurados. Por eso él trataba de disfrutar hasta el último segundo en brazos de su casi-amiga, casi-amante y casi-salvadora ya que debía aprovechar su vida o lo que le quedaba de vida.. no hay tiempo para sufrir decía sonriendo
La mujer que finalmente le hizo olvidar el arte de la guerra tenía la piel suave y hermosa como una flor de loto que acaba de ser arrastrada por el viento a un estanque. Ese será el emblema que conservare para toda mi vida decía él con mucha ilusión sin pensar lo que el destino le tenía preparado
Ni aquella musa de ojos azules ni él mismo general González hubieran imaginado que no se volverían a ver luego de que el mar decidiera devolver a ese abismo profundo de donde provenían aquel castillo y el bosque donde aquellos amantes  se habían entregado a una nueva ilusión.

Ese día fue el último día que la vi decía él mientras una lagrima fría escurría por su mejilla fatigada luego de 80 primaveras después del fin de la guerra. Saco de su gabardina el cual sería su último puro que conservaba desde sus épocas de general y encontró en el estuche donde lo guardaba especialmente para su gran día una pequeña nota que decía "Estoy bien, volví a donde pertenezco. Si aún me amas podrás encontrarme al guardar una de tus lágrimas en una botella de vidrio con un poema de amor y dejarlo desaparecer en el mar... te estaré esperando no demores".

En ese momento él general no pudo contener las lágrimas y se sintió afligido por toda la vida que se le había escapado de las manos lloro amargamente recordando la promesa de aquella Musa y guardo hasta la última de sus lágrimas llenas de sentimientos y fue al encuentro con el recuerdo de su amante al mar. Entro con la botella y su poema de amor y desapareció de las blancas playas donde tiempo atrás había estado el bosque.
Despertó en el mismo sitio donde recordaba haberla visto por última vez miro alrededor atónito y escucho una voz que le decía “porque has tardado tanto pensé que no volverías”. En ese momento él voltio y la pudo ver a ella exactamente igual como la había conocido esa noche de luna llena y recordó el color de su gabardina ese día. La miro y se dio cuenta que lucía como el primer día que la uso al terminar la guerra.
Señor carpintero su mejor ataúd para el ultimo de aquellos marineros. Ha muerto el General González
Alejandro Nieto

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