II

Oscuridad, el refugio ha caído en completa oscuridad, la lámpara de aceite ha cedido, ha perdido sus ganas de arder, se ha apagado, todo es silencio, el silencio se percibe como frio, el frio ya no es frio sino soledad, en otras palabras… Tormenta.

 –El refugio ahora pertenece a la neblina- pensé.

El lugar se ilumina un poco debido a la tormenta, veo el interior del cofre, toco suavemente el nuevo compartimiento… el refugio esta oscuro de nuevo, el trueno ha perdido su furia.

… Silencio total, el frio ya no es soledad, es incertidumbre… -Clack-, algo se ha movido dentro de la habitación ¿Pero dónde? ¿Qué habrá sido? La tormenta ataca con furia, todo se ilumina de nuevo, veo que el compartimiento dentro del cofre está medio abierto, su cerradura ha cedido, la toco suavemente, se abre y al fondo alcanzo a ver… penumbra total, todo es incertidumbre.

En el frio de la habitación, mis recuerdos empiezan a tomar forma y manifestarse en…

Fuego,  la madera está ardiendo, todo arde, el refugio empieza a tomar su rigidez de antaño, ya no luce frágil y olvidado, está vivo. Agua, el agua cede,  se evapora, la humedad desaparece, la madera ya no luce apagada, tiene colores fuertes… El silencio ahora es olvido, el olvido ya no está, ahora es presente.

Mi presente es este: la incertidumbre en esta habitación, un recuerdo de antaño del refugio, mi travesía en el bosque, el primer atardecer en la playa  en compañía de la soledad y del mar, una canción triste de piano, una premonición de un naufragio, de un bosque perdido y unos ojos azules. Un camino sin rastros, un destino por forjar… Ante todo un destino por forjar.

 -¡Un barco a la deriva!- Gritaba alguien en las sombras

-Clack- una ola golpea el refugio.

-¡Un barco a la deriva! – Gritaba alguien en las sombras… Los gritos que nacen en las sombras son como un estruendo, como una tormenta, nacen con furia de la oscuridad y con cada segundo que pasa se vuelvan tan vacios, tan frios… tan ausentes, tan…

La noche  pertenece al silencio, la tormenta ha cedido, y en el fondo del cofre alcanzo a ver un  lago, las ruinas de un refugio para viajeros, un camino en el cual los rastros han sido ocultados por el invierno… un invierno constante, un invierno  frio… en todos lados hay frio, el silencio es frio y una nueva incertidumbre reflejada en una dirección ya fijada por una brújula que ha sido trabada para que no cambie su curso… No hay forma de escapar al destino, solo queda dejar que todo fluya.

Alejandro Nieto