Algunas
palabras están totalmente relacionadas con el trabajo literario de H.P. Lovecraft,
y se usan en este texto como forma de ubicar este cuento en el contexto de
otros escritos relacionados con los personajes que han sido de su creación, con
el único fin de participar en una convocatoria de cuentos sobre el autor y
además como homenaje a su narrativa tan diversa.
The
Eight Aster ( actualización 08/09/2013 1:07 a.m.
— ¿Has
encontrado algo interesante Jorge? —dijo Charles mientras susurraba ya casi van
a echarnos de la zona de objetos perdidos del hospital.
—Espera
Charles, aguanta un minuto —dijo Jorge.
—Estoy algo cansado y un poco nervioso —dijo él—. De seguro ya se habrán dado cuenta que no perdimos nada realmente.
—Mira lo
que acabo de encontrar, una vieja agenda ¿De quién podrá ser?
—Ya
revisaste —pregunto Charles. A lo mejor, podría tener algo interesante en ella,
¿No lo crees?
—Leeré la
hoja que está suelta —dijo Jorge. Aunque por el aspecto de esa hoja, dudo que
tenga algo valioso en ella.
—Vamos
Jorge, no seas absurdo… Dale una oportunidad — A lo mejor te termina gustando
¿No lo crees?
—Está
bien Charles— dijo Jorge. Pon mucha atención porque no lo voy a repetir:
“Mi
nombre es Fausto, y tengo la completa certeza de que está noche vendrán por mí
hasta este inmundo lugar, sabía en el fondo de mis pensamientos que escapar de
esa forma de aquella ciudad y de aquel lugar solo sería un ligero
contratiempo para ellos. Pero que al final me lograrían encontrar, siempre lo
han hecho a través de los siglos con todos aquellos que han descubierto su
secreto.
Escribo
con la poca cordura que aún me queda desde la habitación 85P, ubicada en el
último piso del hospital psiquiátrico Eight Aster. Deseo dejar consignada en
esta agenda la situación y los acontecimientos que me obligaron a dejar mi
ciudad natal, a huir de mi vida como un investigador privado…Antes de escribir
la narración de sucesos que me llevaron a este remoto lugar, quisiera decir
como argumento en mi defensa que no estoy loco ni desquiciado, ni nada de esas
cosas por el estilo, simplemente… Y digo simplemente porque todo fue una maraña
de casualidades, que desencadenaron las infinitas calamidades que me llevaron a
esta situación.
Estimado
lector, quiero, o más bien deseo, la mejor de las suertes para usted, y le pido
encarecidamente que no tome cada una de mis palabras como si fuera una simple
broma de mal gusto de un loco, tenga en cuenta que lo que usted leerá fue mi
sufrimiento, mi suplicio, mi paranoia. Por eso le pido, que no se salte de
página, quiero que sienta las cosas como yo las sentí, que se ponga en mi
lugar, pero sin estar en el… No le desearía eso a nadie conocido, ni mucho
menos a usted… que ahora seremos muy cercanos, usted leyendo cada letra que yo
escribí, y yo en cambio…
Todo
empezó el día que acepte seguir en cubierto a ese maldito hombre, y digo
maldito con el sentido adecuado de la palabra, no una simple expresión de rabia
e inconformidad. Si hubiera sabido lo que me habría de encontrar, no habría
aceptado el trabajo, pero usted ya sabe… La codicia lo es todo en el hombre.
Desde el
momento en el que me hicieron la solicitud del trabajo, hasta el momento en que
acepte, tuve mucha desconfianza del hombre al que debía rendirle cuentas, él
era un hombre joven, de aproximadamente 34 años diría yo, de ojos café oscuros
y pelo castaño, con una barba abundante y mirada penetrante, desde el primer
momento que lo ví, sentí un malestar, algo como un sentimiento de náusea, de
desagrado profundo frente a ese hombre, había algo en el que no me daba
confianza.
Siempre
he sido un hombre que se deja guiar por sus instintos, pero esa vez, solamente
esa vez… Ellos sucumbieron ante una valija llena de billetes grandes, lo único
que me solicitaban era rastrear a un hombre, que le debía algo a su empresa, y
ellos lo querían recuperar a cualquier precio.
Lo que
sucedió mi amigo, se trata de algo más profundo y complicado de lo que usted
pueda entender, pero usted se irá enterando en medida de que continúe leyendo
lo último que queda de mí, espero que usted llegue a sus propias conclusiones,
y si alguna vez llega a estar o experimentar una situación similar, le deseo la
mejor de las suertes, realmente la necesitará para no terminar como yo.
— ¿Qué
tal te pareció Jorge? —dijo Charles. Te dije que le dieras una
oportunidad, mejor vámonos de aquí rápido… Y lleva ese libro contigo, a lo
mejor hay más cosas interesantes en el.
—Aunque
espera —dijo Jorge. Te diré que no me gusta para nada esa idea de
llevarnos el libro con nosotros, mientras saltaba de letra en letra pude sentir
un poco de la desesperación que ese pobre infeliz ha de haber sufrido mientras
escribía las que fueron sus últimas palabras.
— ¿Y cómo
sabes que eran sus últimas palabras? — Dijo Charles, mientras su sonrisa
pícara se desvanecía y era remplazada por una expresión de angustia.
— No
estoy tan seguro de ello —Dijo Jorge, pero las últimas líneas lucen como si
hubieran sido escritas de forma abrupta, además mira la marca que hay sobre el
reguero de tinta que esta al final de la hoja, parece una mano solamente digo.
—Ya casi
serán las 6 de la tarde, y tendremos que irnos de este lugar —Protesto Jorge,
mientras por un deseo insensato e irracional, pese a haber dicho que no le
agradaba para nada la idea de conservar con ellos la libreta, la puso
adentro de uno de los libros que cargaba, así podría salir con la libreta entre
sus pertenencias, mientras Charles estaba distraído mirando un cuadro en el
fondo del salón.
Al
momento de llegar al sitio donde se estaban hospedando “The Gold Arrow”,
Charles le pidió a Jorge que le prestara un libro por un momento, mientras era
la hora de la cena en el hotel, él abrió su maleta y le alcanzo el libro, sin
recordar que en el interior de este estaba depositada con suma cautela la
libreta de Fausto, Charles al abrir y encontrarse la libreta, se tornó pálido y
le pregunto a su amigo, el motivo por el cual la libreta estaba con ellos.
—Sentí
una necesidad de saber que paso con Fausto, vos me conoces soy adicto a las
narraciones —Dijo Jorge, mientras abría la libreta en el punto donde la
dejaron, y preparaba sus dedos para pasar de página, y continuar leyendo la
historia.
Jorge
miro a charles y le sonrió pícaramente, mientras le decía que escuchara con
atención las palabras de Fausto.
Tras
haber aceptado formalmente realizar la investigación el último día del mes de
abril, recuerdo haber experimentado un sentimiento de desesperación y náusea
mientras terminaba de alistar la maleta y cuadraba el itinerario para el viaje
con el mapa que me dio el hombre al que desde aquella mañana debería rendirle
cuentas.
Mientras
preparaba las paradas y el lugar para mi estadía en el mapa, recuerdo haberme
sentido extremadamente cansado después de haber experimentado lo que escribí
previamente, por ese motivo me recosté un breve momento sobre la cama mientras
observaba el mapa, tratando de memorizar algunos puntos clave de aquella parte
de la ciudad en la que nunca había estado, para así lograr camuflarme entre la
gente cuando estuviera en ella, logrando así mi presencia menos sospechosa.
A medida
que pasaba de cuadrante a cuadrante del mapa del sector, creo haber
empezado a quedarme dormido, eso en otra situación solo hubiera retrasado
mi partida, pero paso algo más en ese pequeño lapso de tiempo, podría asegurar
con cierta certeza que lo que escribiré fue totalmente real, aunque luego de
eso desperté al borde de la puerta, como si hubiera tratado de escapar de algo
de la habitación, o correr de horror por lo que ví y experimente.
Cuando
fije mi atención en particular en una referencia del mapa, con el nombre de
fuente del recuerdo de r´lyeh, cerré los ojos un momento para tratar de
imaginar el lugar, es un ejercicio que siempre funciona por si la situación se
complica y toca escapar con rapidez, usted lo sabe… En este negocio hasta las paredes
escuchan.
Al
instante de cerrar los ojos, apareció ante mí una alucinación difusa, pude ver
como vestían a un grupo de 5 hombres con trajes antiguos muy largos y extraños,
alcancé a ver que tenían un bordado particular, en un material de color
claro, que por el contraste de colores permitía ver como se formaban figuras
poco agraciadas sobre aquel atuendo, la forma del bordado me recordó
instantáneamente a los tentáculos de un pulpo, y estoy seguro de haber sentido
algo baboso y nauseabundo que se deslizaba sobre el piso, y se movía cada vez
más y más, mientras trataba de descifrar que otras figuras habían allí, hasta
que sucedió lo más impactante de esta visión, el grupo selecto de hombres,
entraron a un cuarto oscuro. Donde otro sujeto, juzgando por su apariencia y su
porte, probablemente un sacerdote de un culto extraño, sacaba de su vestuario
una pequeña bolsita negra, que estaba cerrada en su parte de arriba por un
cordón rojizo, y amarrado entre sí por una pequeña bola de color verde, que
pareciese que tuviese un ojo en su interior.
Cuando
termino de desatar la bolsa, saco de ella algo similar a un encendedor, y lo
utilizo para prender fuego al piso de la habitación, el piso dejo de sentirse
baboso y resbaladizo y se tornó seco, pero el suelo donde estaban apoyados los
hombres, cambio de color y se levantó un poco… Ahora tenía un tono violeta que
formaba ondas en su superficie, mientras producía un ruido bastante extraño,
algo similar a la interferencia de radio, pero mucho más aguda e impactante.
El
sacerdote volvió a usar el mismo objeto en otros cuatro puntos de la
habitación, y cuando termino con el ultimo se forma una especie de triangulo
violeta que atrapaba a los sujetos, luego se empezó a mecer lentamente esa
prisión violeta y a girar, con cada giro que daba… En su interior se podía ver
como el grupo de hombres sufrían intensamente, mientras gritaban con todas sus
fuerzas tratando de ser escuchados por alguien y advertir sobre lo que sucedía
allí en ese lugar, pasaba segundo a segundo, minuto a minuto y la pesadilla se
mantenía, al cabo de un rato el triángulo empezó a volverse más claro y se
abrió en su parte de abajo, y de allí cayeron el grupo de hombres, con facies
demacradas, mirada perdida, gritando, tiritando de pánico luego de haber vivido
quien sabe que terrible experiencia en esa cosa, de algo estoy seguro… Los
mismos hombres que entraron, no fueron los que salieron, los que cayeron a ese
lugar ya no existen, han perdido su alma, están malditos.
En la
visión, estaba fuera del cuarto donde sucedió eso, pero en ese instante, el que
podría decirse “más cuerdo” de esos hombres malditos, me miró fijamente y dijo
en un tono gutural:
-Aléjate,
a menos que desees nuestra misma suerte, termino de decir esta frase y sucumbió
a la locura, se empezó a retorcer en el suelo y a susurrar en modo de adoración
en compañía con los otros hombres y el sacerdote algo parecido a la siguiente
frase: “ Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn”
Desperté
en ese momento, y tenía el dedo sobre una parte del mapa…el “Hotel
Craft”, el sitio donde había estado pensando en que podía alojarme durante
la investigación.
Fausto
30/04/83
—Así
terminan las primeras páginas—dijo Jorge, mientras veía con cierto grado de
satisfacción la mirada perdida y aterrada de charles, quien hasta antes de leer
ese fragmento del libro, estaba seguro de que su contenido era una narración de
suspenso pesada, pero ahora no estaba del todo seguro sobre la “ realidad” de
estás palabras.
Charles
luego de recobrar un poco el aliento, gira su cabeza un poco hacia la derecha
en orientación a la sala Este, para observar un viejo reloj de pared que yace
sobre un pequeño muro que sobresale del resto del lugar, le llama la atención
el particular movimiento que tiene el péndulo, siempre en el mismo eje, no
puede escapar de ese ángulo, Charles piensa en lo absurdo de la situación… Está
el péndulo atrapado en el “tiempo”, mientras su cara se torna un poco sonriente
debido a la situación, y luego mira la hora, son las 7:00 p.m.
Se escucha
el sonido de una campana, esto indica que el restaurante de la sala Este del
hotel the gold arrow ya está en funcionamiento y esperando a sus huéspedes,
Jorge le dice a Charles que deberían ir rápido mientras la comida está
caliente, Jorge abandona la habitación donde el principal protagonista es el
viejo reloj de pared, mientras charles… pierde la atención por el péndulo y
decide irse, pero justo antes de dar el último paso para salir de ese lugar del
ala este del hotel, voltea un momento para echarle un vistazo por última vez al
reloj para cerciorarse de la hora exacta, y se da cuenta del grabado particular
que tenía este objeto, detalla en su grabado unas formas similares a
ramas sobre la madera, le causan cierto malestar tocarlas, pero piensa que
es un efecto del hambre que tiene en ese momento, por eso decide ponerle un
poco de imaginación y abstracción al extraño marco del reloj, detalla que lo
que inicialmente consideraba como ramas, realmente no son ramas, son
tentáculos.
En ese
instante recuerda la libreta de Fausto y experimenta un profundo desagrado por
el marco del reloj, le da una especie de náusea y se siente observado, desvía
su atención por un ligero momento del marco y detalla un reflejo en el
péndulo, voltea lentamente su cabeza para así contribuir con parte del suspenso
de la situación, ya casi está en la posición adecuada para poder observar el
origen de la silueta que lo pone nervioso… Continúa girando la cabeza.
Y de
repente todo sucede, la silueta se rebela, es un hombre ya mayor, de
aproximadamente unos 65 años, con mirada penetrante y fija, que posa sus
grandes y profundos ojos oscuros sobre la mirada de charles… él se siente
descubierto, siente que el hombre ha percibido lo que siente él sobre el reloj,
sobre la libreta, sobre fausto…
El
anciano empieza a sonreír cada vez más y más mientras continua
acercándose al sitio donde está parado charles y lo mira fijamente, charles
está en pánico, es incapaz de pensar con claridad en este momento, por un lado
piensa… es solamente un anciano, puede que me haya confundido con alguno de sus
nietos perdidos, pero también está la posibilidad que el anciano tenga que
decirle algo… él está a la expectativa.
Continúan
los pasos del hombre hacia su dirección, pero sucede algo que lo alivia por un
instante, el sujeto ha dejado de mirarlo fijamente, su atención se centra ahora
en el extraño grabado del reloj, y Charles se da cuenta de ello, está listo
para escapar cuando se presente la menor oportunidad, el anciano esta frente al
reloj y mira con desprecio el marco, voltea a mirar a Charles directamente a
los ojos y evita su huida… Empieza a abrir lentamente la boca como si
fuera a hablar.
— Yo
conocí al hombre que puso ese reloj allí —Dijo el anciano. Fue aproximadamente
en el 83 después de las cosas extrañas y catastróficas que sucedieron en
cercanías del pueblo, el hombre que dono este objeto al hotel nunca dijo su
nombre, solamente dijo que nos traería protección a los trabajadores del hotel,
pero la verdad nunca lo creí así, empezaron a suceder cosas poco peculiares en
el hotel desde la llegada de ese maldito objeto.
Una
semana después de lo que usted probablemente llamaría “regalo”, empezaron a
llegar personas de distintos lugares, todos con acentos muy extraños y facies
bastante particulares, al inicio pensamos que nos había traído buena suerte…
Gran desgracia fue lo único que nos trajo diría yo. Tal vez te preguntes
muchacho, el motivo por el cual te estaba observando fijamente y luego me
acerque a hablarte… La verdad es que pude ver en su mirada, la misma mirada de
repugnancia que hice y aún hago desde la primera vez que vi ese reloj allí,
recuerdo muy bien ese día, eran más o menos las 3 de la mañana cuando apareció
un hombre que tenía los ojos cafés muy oscuros, parecían 2 cavidades vacías,
tenía el cabello castaño y una barba bastante abundante, recuerdo que me miró
fijamente y sentí un miedo tan grande, que en ese mismo instante renuncie a mi
puesto en el hotel.
Charles
le pidió al anciano, que continuaran su conversación después de la cena, ya que
Jorge lo estaba esperando desde hace rato, el anciano acepto, y le dio en un
pequeño trozo de papel la dirección de su casa en el pueblo… El anciano no
estaba hospedado en el hotel, pensó para él mismo, algo debe estar planeando.
Camino
durante 2 minutos por el largo pasillo que conducía desde el lobby del sala
Este, hasta el restaurante de la sala, donde Jorge lo estaba esperando desde
hace un buen rato y ya tenía un ligero resentimiento por la falta de
puntualidad de su amigo, Jorge se preparaba para pedir una explicación por la
ausencia tan prolongada pero fue interrumpida por las palabras de Charles.
— A que
no adivinas que me acaba de suceder haya en el lobby de la sala Este —Dijo
Charles, con un tono un poco exaltado.
—No tengo
ni la menor idea—dijo Jorge. Pero te digo algo que se… Tengo un mal
presentimiento sobre este lugar, mira a tu alrededor disimuladamente, notas
algo extraño en todas las personas que están aquí, dime que lo notas.
—
Respecto a eso te quería hablar —Dijo Charles. Hace un rato en el lobby de la
sala Este, conocí a un anciano, un poco perturbador, que me conto una
historia sobre este lugar, le pedí que continuáramos la conversación luego de
la cena, y me dio una dirección, te diré que ese anciano me genera desconfianza,
pero parece saber bastante sobre este lugar, y quizás sobre Fausto…
—
Entonces me estás proponiendo que vayamos a… —Dijo Jorge.
— Eso
mismo, quiero llegar al fondo de todo este asunto —Dijo Charles, mientras
levantaba su vaso con vino rojo, y se disponía a beberlo.
Se
levanta de la silla Jorge, y se aleja 4 pasos de la mesa, luego lo hace Charles
y se preparan para salir del restaurante del Ala Este, cuando ya están por
entrar por el pasillo que los conducirá al lobby donde está el reloj sucede lo
inesperado, se apagan las luces del lugar… Por un instante ellos piensan que este
apagón puede ser cualquier casualidad, incluso una caída de electricidad
momentánea que pronto se resolverá.
Por esto
Jorge, enciende su linterna de bolsillo
y trata de encontrar la salida del restaurante del Ala Este, pero no lo logra…
Y piensa por un momento en lo absurdo: Alguien ha cambiado la disposición del
lugar, de eso está seguro
Continúa
caminando alrededor del cuarto, hasta que finalmente encuentran la puerta que
él piensa lo llevará al lobby donde está el reloj en el Ala Este, toca el
perillo y lo empieza a girar convencido de que finalmente saldrá de ese cuarto
totalmente oscuro, y da un pequeño suspiro de alivio mientras termina de girar
el perillo y sucede lo esperado… se
escucha un clack y se abre la puerta.
Camina
cerca de un minuto por el pasillo, y se da cuenta que el lobby tiene las luces
apagadas, ahora está seguro que el apagón de luz no fue solamente en el
restaurante, sino en todo el Gold Arrow… Da un suspiro de nuevo y se siente
ahora más tranquilo.
— ¿Cuánto
tiempo ha pasado desde que se fue la luz? —Pregunto Charles, mientras cerraba
los parpados debido a la luz intensa sobre su rostro.
— No lo sé, ¿Por qué no miras el
reloj y salimos de la duda? — Dijo Jorge, mientras trataba de no parecer
alterado para no asustar a su amigo con lo que acababa de descubrir.
— Está bien — Dijo Charles,
mientras tomaba la linterna con su mano derecha y buscaba alrededor del cuarto
el reloj.
Camino
alrededor de 3 minutos por todo el lugar y no encontró rastro alguno del relog
de pared que tanto lo perturbo antes de la cena, se empezó a poner frio y empezó a tiritar, mientras le decía a
Jorge:
—El reloj
no está donde debería estar, ¿Qué está sucediendo?
Ambos se encuentran un poco nerviosos por la
situación, y deciden regresar por el pasillo para ver si cometieron error
alguno en el camino al lobby antes de entrar en pánico, y ven a lo lejos la que
parece ser la puerta del pasillo, se acercan y Jorge la empieza a girar lentamente,
deseando profundamente llegar al Ala Este.
Luego de
abrir la puerta y empezar a caminar, miran a ambos lados del pasillo y observan
algo que no habían tenido en cuenta, hay muchos cuadros en el pasillo, cada uno
tiene una pequeña inscripción, y un dibujo.
Jorge al
ser un hombre curioso, no puede evitar leer el cuadro que tiene a su izquierda
exactamente, y se detiene y dirige la linterna sobre este. La luz de la
linterna revela este texto:
“Se
rumora que en las noches, donde la luna es dejada en el olvido por la tormenta,
la fuente del recuerdo de R´lyeh abre sus aguas a cambio de un pequeño
sacrificio en su nombre, acompañado de un poema maldito de antaño”
Traducción
realizada por:
-Erev Ady
”
—Mira
Charles— En el cuadro hay una especie de dibujo del lugar, parece una fuente
antigua.
— ¿El
poema de antaño está escrito en algún lado Jorge? — Pregunta Charles dominado por la intriga del momento.
—Déjame
revisar bien — Creo que hay algo escrito en el marco del cuadro.
—Está
bien, pero apúrate… Quiero descansar de una vez.
—Vale
Charles calma— Dice Jorge.
… Se
escucha un ruido muy fuerte del lado del pasillo del que venían y por alguna
extraña coincidencia el cuadro que acaban de leer se cae al piso, rompiéndose y
dejando descubierto su interior, en el cual se puede ver un pequeño pedazo de
hoja arrugada que Jorge recoge y lo guarda en su bolsillo derecho sin pensarlo
2 veces.
—Sigamos
caminando, ese ruido fue muy perturbarte — Dijo Charles, mientras perdía la
protección momentánea al miedo que había sido el sentimiento de intriga.
—Tienes
toda la razón— Afirma Jorge, mientras empieza a caminar más rápido y sin hacer
ruido alguno. Ya han llegado al final del pasillo y se encuentran de nuevo en
el restaurante o eso es lo que creen ambos… Escuchan como el ruido extraño que
escucharon hace un rato se convierte a medida que se acerca en muchos pasos,
como si un grupo pequeño de personas los estuviera siguiendo.
Ambos
sienten un profundo pánico y deciden utilizar la oscuridad a su favor, por eso
se esconden debajo de la primera mesa que encuentran y finalmente apagan la
linterna.
Ahora el
lugar está en silencio absoluto… Jorge y Charles no saben lo que pasará cuando
los pasos vuelvan a escucharse aproximarse y entrar al lugar donde se
encuentran.
Sus
pupilas se están acostumbrando lentamente a la oscuridad... Y ambos miran el rostro
de pánico de su amigo cuando finalmente se escuchan los pasos entrando al lugar
acompañados de una luz tenue producida por unas antorchas.
El miedo
se apodera de ellos mientras del otro lado del lugar se empiezan a escuchar
unos golpes de tambores y pueden ver a través de 2 pequeños rotos que
hicieron en el mantel como un grupo de 5
personas empieza a danzar al son de los tambores, acompañados por la luz tenue
de las antorchas.
En ese
momento no hay nada que hacer, toca esperar que acabe lo que ellos consideran
un ritual antes de siquiera pensar en escapar del lugar. Jorge recuerda la hoja
que encontró en el interior del cuadro, y a pesar de la sensación de náusea que
sintió al ver el sello que estaba grabado en la parte posterior de esta, decidió
abrirla y leerla… Para su sorpresa era la misma información del cuadro, o casi
toda excepto por la última parte. En medio de la confusión, él lee susurrando
lo que está escrito en el papel.
“Se
rumora que en las noches, donde la luna es dejada en el olvido por la tormenta,
la fuente del recuerdo de R´lyeh abre sus aguas a cambio de un pequeño
sacrificio en su nombre, acompañado de un poema de antaño:
Ph'nglui
mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn. ”
Cuando
termino de recitar el poema susurrando, los tambores se detuvieron y los
hombres que estaban danzando se tiraron al piso, se retorcieron y simularon con
sus brazos y piernas, el movimiento de un pulpo gigante entre todos. Esta
última parte fue lo que más le causó malestar a los 2 jóvenes hasta un punto
que Jorge llego a arrugar el papel y lo guardo nuevamente en su bolsillo…
Cuando lo guardo, los tambores siguieron sonando, solo que esta vez con mayor
frecuencia, se levantaron los hombres que bailaban y rodearon la mesa donde se
escondían Jorge y Charles mientras seguían bailando al son de los tambores.
… Se
sintieron descubiertos, hasta que
los tambores se detuvieron y se
prendieron levemente las luces del techo, luego se escucharon más pasos
acercándose a la mesa y finalmente se detuvieron, paso un instante que para
ellos se hizo eterno, y se escucharon luego de unos cuantos segundos aplausos.
Y una voz
bastante gruesa pronuncio las siguientes palabra “Gracias por su atención mis amigos,
y esperamos verlos la próxima noche en el teatro nocturno del Gold Arrow, hasta
pronto mis amigos.”
Cuando la
voz gruesa perdió potencia volvieron los pasos a escucharse y se reunieron
alrededor de la mesa, se escuchó la voz de una mujer que felicitaba a uno de
los hombres que bailo al son de los tambores por la excelente coreografía y el
intenso miedo que le hizo experimentar mientras llevaban a cabo su actuación.
El hombre
sonrió irónicamente, mientras se limpiaba el sudor de la frente y dio las
gracias a la mujer, y se retiró del lugar.
Pasaron
aproximadamente 5 minutos hasta que finalmente el salón estaba vacío
.
—Ya se
fueron todos — Dijo Jorge, ya podemos salir, pero antes de irnos deseo mirar
algo que me ha intrigado bastante.
—Está bien— Dijo Charles mientras se levantaba del
suelo y se ponía en posición para caminar.
Jorge camina hacia el pasillo donde había
encontrado el cuadro y observa un letrero en la puerta que dice… “Solo personal
autorizado”, pero él por un impulso de curiosidad abre la puerta y camina en el
corredor oscuro, se acerca al sitio donde debería estar el cuadro roto en el
piso y se da cuenta que ya no está y en su lugar sobre la pared hay un cuadro
con una noticia… “El mejor chef del año en the Gold Arrow”. Él sintió un poco
de decepción y dio un suspiro, antes de darse por vencido e irse a su
habitación, decidió mirar otro cuadro, con un nombre muy peculiar y una imagen
realmente perturbadora
La inscripción
decía: “En la antigua ciudad sumergida de R'lyeh´, espera Cthulthu dormido en
el fondo del mar, esperando el día de su regreso para traer caos y confusión
para recuperar el que alguna vez fue su… La ilustración es una representación
de 5 hombres en el suelo moviéndose como pulpos, mientras 2 hombres tocan a lo
lejos un par de tambores.
Jorge sintió
como si algo le atravesara la garganta y le susurro con mucho esfuerzo a
Charles, mientras sus piernas perdían fuerza y caía sobre el suelo:
—Vámonos,
no deberíamos estar aquí… Vámonos a descansar por favor.
—Está bien Jorge— Dijo Charles, mientras ayudaba a su amigo a levantarse. En ese momento deciden escapar de ese pasillo y regresar al lugar donde
minutos atrás habían sido víctimas de un espectáculo un poco aterrador, ambos desean
profundamente no ser descubiertos en esa zona restringida.
Luego de cierto
de tiempo de caminar, llegan al restaurante del Ala este y finalmente pueden ver
que la puerta que lleva al cuarto del reloj esta visible, pero detallan algo
que le da cierto alivio a lo absurdo… Hay una gran cortina roja al lado de la
puerta que comunica con el cuarto del Reloj, eso explica muchas cosas…
Pensamiento absurdo Charles, Pensamiento absurdo Jorge… ¡Alguien ha cambiado la
disposición del lugar! Debemos estar un poco agotados viejo.
Abren la
gran puerta y entran al cuarto del reloj, el reloj está donde debería estar, en
el mismo sitio… Nada ha cambiado en el cuarto del reloj, nada que sea visible
tal vez.
Jorge y
charles se encuentran ahora en la recepción, donde el hombre de turno los mira
con una sonrisa un poco maliciosa, deseándoles que descanses mientras al
terminar la frase se empieza a reír para sí mismo levemente… Jorge piensa, él
puede percibir nuestro miedo.
Se
encuentran ahora frente a la puerta 84, Charles que está ligeramente menos
cansado que Jorge decide abrir la puerta con la llave, tras varios intentos
percibe que la puerta no cede y se ofusca un poco, maldice la calidad de las
puertas americanas, Está dicho, siempre la culpa debe ser de alguien, no se
permiten pequeños descuidos sin querer caer en lo absurdo.
Luego de
4 intentos fallidos de abrir la puerta, se escuchan sonidos del otro lado de
esta, se escucha un ligero golpe en la puerta y Jorge se altera un poco más, se
ve ansioso, está sudando y por su mente pasan ideas retorcidas sobre… ¿Qué
estará pasando del otro lado de la puerta, habrá alguien esperándonos por lo
que sabemos sobre Fausto?
Lub-dub, Lub-dub,
Lub-dub, Lub-dud, el corazón de Jorge está acelerado, siente venir su verdugo
del otro lado de la puerta, ya se empieza a escuchar el roce de alguna
superficie contra la manija de la puerta, ya está, es el fin de todo piensa
Jorge mientras da un profundo suspiro.
Ambos
pueden ver como la puerta se empieza a abrir y en el fondo de la habitación se
escucha como si algo se moviera, se quemara y buscara aliviar su agonía rodando
sobre el lugar para extinguir las llamas sobre su cuerpo y finalmente cuando la
puerta se abre completamente, aparece un hombre de 80 años aproximadamente de ojos
café oscuros y pelo casi blanco, aunque se ven partes aún castañas que el
tiempo no ha podido tomar, también tiene una abundante barba blanca y una
mirada muy penetrante, que deja por un momento petrificado a Jorge.
El hombre
al ver la cara de Jorge, mira fijamente a Charles y le dice con un tono serio
pero cordial “Jóvenes les informo que este es mi cuarto, probablemente su
habitación sea la 85, suele suceder… Siempre sucede, la gente suele confundir
las 2 últimas habitaciones del cuarto piso del hotel, les desea que logren
descansar con un tono cortante y se retira cerrando la puerta de manera déspota”
—Que
descuidados hemos sido— Dice Charles, a un Intento de Jorge todavía petrificado
por la mirada penetrante del anciano.
Jorge
despierta de su trance y le dice:
—Tienes
razón— Abre de una vez la puerta del 85 y vamos a descansar, mañana iremos
donde el hombre del reloj para saber que tiene que decirnos.
Abren la
puerta del 85 con la llave, esta vez lo logran al primer intento y luego de
celebrar por un momento la llegada al cuarto luego de todo el día, cierran la
puerta y deciden colocar un escritorio del cuarto para bloquear la puerta… En
caso de cualquier eventualidad. Finalmente apagan las luces y se van a
descansar.
Clash!
Clash Un fuerte ruido despierta a Jorge en mitad de la noche, se levanta
asustado de su cama, y lo primero que hace es mirar hacia la puerta, para su
sorpresa donde debería estar la puerta solamente se observa pared, y en el
lugar donde habían puesto el escritorio se puede ver un cráter en el piso de la
habitación, él se acerca a mirar el cráter y puede ver como el escritorio yace
en el fondo de esa fosa oscura.
Para
poder detallar mejor el fondo de la fosa, Jorge se recuesta sobre el suelo y
acerca su cabeza al cráter, ve mejor el escritorio y detalla que está
destrozado, sonrisa irónica… Que hotel tan descuidado, ya él está a punto de
calmarse cuando se da cuenta que uno de los cajones acaba de ceder y ha vertido
su contenido en el fondo de la fosa, han caído piedras pequeñas rojizas.
Jorge
comienza a reírse por la situación, piedritas saliendo de un escritorio roto,
que absurdo… En mitad de su risa, se queda por un momento sin aire y empieza a
toser, se acerca las manos a su boca y se da cuenta que le empieza a salir una
sustancia densa y blanca, que cuando caía en sus manos se volvía dura, seguía
tosiendo y el líquido desbordaba sus manos y caía al suelo, en el suelo cada
gota de esa sustancia roja se convertía en una esfera muy rojiza.
Jorge
deja de toser y se siente mejor, sacude sus manos y toda esa sustancia se
convierte en esferas rojizas en toda la habitación, incluso en el techo.
Cierra
por un momento los ojos, suspira y mira la fosa de nuevo, pude ver como las
pequeñas piedras rojas que estaban en el fondo se empiezan a mover y a saltar
de un lado a otro, siente miedo al no haber escuchado ni visto antes en su vida
algo similar.
Luego de
esa extraña observación, Jorge se mira las manos, la sustancia blanca que había
quedado sobre sus manos le está ardiendo, acerca la cara para observar mejor lo
que pasa y ve que hay esferas rojas debajo de la sustancia blanca, las esferas
se empiezan a mover por todas sus manos, saltan a la cabeza, al cuello, entran
por la boca, saltan adentro de él, él empieza a gritar mientras corre por el
cuarto y se detiene cuando escucha un sonido similar a explotar una burbuja de plástico.
Las
esferas rojas se han transformado, han mostrado su verdadera cara, su verdadera
forma… Y finalmente sus ocho patas.
Corren,
saltan, ruedan, ¡Han tomado el cuarto! Jorge corre como desquiciado alrededor
de este, cómo último recurso decide despertar a Charles, quien se encuentra en
la otra habitación del mismo cuarto del hotel, separado solamente por una
pequeña y frágil puerta de madera.
Empuja
con fuerza la puerta de madera, y esta se cae, se acerca a la cama donde esta
charles, se siente aliviado por un momento, si ambos lo perciben realmente está
pasando y no es víctima de una mala jugada de su mente, grita para despertarlo
y lo decide empujar, al no obtener respuesta levanta bruscamente las cobijas…
Charles yace dormido imperturbable, usando un traje muy antiguo, largo y
extraño, que tiene un bordado particular, en un material de color claro, donde
se forman figuras que lo hacen pensar instantáneamente en los tentáculos de un
pulpo.
Jorge
entra en pánico, intenta nuevamente despertar a charles, pero no lo logra,
corre al baño del cuarto… Mientras observa como las paredes rojizas se mueven,
llena un vaso con agua y lo tira
completo sobre charles… él finalmente despierta, sus ojos están blancos, en su
cara aparecen unas ojeras muy profundas, sus ojos se empiezan a hundir cada vez
más y pronuncia en un tono gutural, las siguientes palabras que dejaron
totalmente paralizado a Jorge:
“Aléjate
del Hotel Craft, a menos que desees nuestra misma suerte, termino de decir esta
frase y se quedó en silencio, luego se empezó a retorcer sobre la cama y a
susurrar en modo de adoración la siguiente frase: “ Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu
R'lyeh wgah'nagl fhtagn”