sábado, 16 de marzo de 2013

La escalera del bosque



La escalera del bosque 

Yo solía ser como ustedes, más bien como todos los escépticos que cuando les dicen o advierten de las cosas extrañas o inexplicables de un sitio, siempre se toman las cosas a la ligera, a todos los que alguna vez me advirtieron de las consecuencias de haber querido continuar hasta este punto de casi perder la cordura por mirar un mural, les confesaré… hay algo raro en este sitio, desde la primera noche siempre lo pensé, claro, siempre lo pensé.

Todos los días siempre sucede  lo mismo, me despierto a las 4 de la mañana sin tener algún compromiso que realizar, es en esa transición entre el final de la oscuridad de la noche y los primeros vestigios del amanecer, las hojas de las plantas me empiezan a llamar desde ese cuadro. De todas las pinturas que hay en la casa, ese cuadro ¡ ese cuadro! es el que más me molesta, me exaspera, me pone nervioso, pero no lo puedo quitar ya que realmente no es un cuadro, es un mural de un bosque, brillante idea “Tu nombre” colocar dentro de la casa una imagen así ¿no te parece? Nunca pensaste en las noches lluviosas y de tormentas que podrían hacer que ese objeto al cual tu consideras inanimado tenga una apariencia distinta, y con apariencia distinta me refiero a… no es solamente un mural.

Supongo “Tu nombre” que pocas veces en su vida se ha sentido observado ¿O me equivoco? Creo que no, usted no sabe que es sentirse observado en su propia casa, es un sentimiento tan abrumador y escalofriante que al poco tiempo te acostumbras a el, lo esperas y cuando estás fuera de casa, extrañas esa sensación de peligro en cada esquina de tu morada, por ese motivo regresas una y otra noche, a cumplir el ritual de mirar el mural, ahora el juego consiste en saber “quien está observando a quién”… No lo crees”Tu nombre”.

Van 3 lunas que llevo observando de seguido el mural, no me he movido de la silla en la que estoy, parece que el bosque pierde fuerza, estoy ganando el juego, no me había sentido así de afortunado desde que llegue a este lugar, pero me siento agotado, fatigado,  “Tu nombre” creo que pronto necesitaré un relevo, y espero que estés listo para hacer lo que sea necesario, y con “lo que sea necesario” me refiero… a lo que sea necesario para mantener la partida a nuestro favor.

¡Cu-cu! ¡Cu-cu! Shhhh “Tu nombre”, quédate muy quieto y observa el mural, no lo mires… Abre bien los ojos y obsérvalo, ¿sientes eso, esa sensación de fragilidad al sentirse observado?, dime que la sientes, no tengas miedo, no podrá hacernos daño todavía, no le hemos permitido pasar a nuestra casa aún, todavía es muy pronto, mira sus ojos… Se observa furia, se siente también observado al igual que nosotros, estamos ganando la partida “Tu nombre”, siéntete orgulloso todo acabará pronto para nosotros… O para él.

La tensión del momento se libera, ya son las 6:00 A.M. pronto comenzará  a amanecer, “Tu nombre” llevamos la ventaja, ahora creemos saber a quién nos enfrentamos, pero todo tiene su precio, lo que vimos hace un rato, ya nos conoce, sabe nuestros miedos… Lo pude ver en su mirada, se parece a mí, está atento del otro lado del mural, desea conocer que sucede al otro lado, encontrarse con lo que lo observa en la madrugada, además es más fuerte que nosotros dos juntos, él tiene el bosque de su lado, en cambio nosotros tenemos un par de linternas y fe en la casa, ¿curioso no “Tu nombre”? fe en la casa, de hecho, sino fuera por la misma casa, no estaríamos tu y yo jugando a sobrevivir contra la esencia del bosque plasmada en la pared… La construcción está de nuestro lado por simple culpa, aunque la culpa es el mejor aditivo para la traición o lealtad… dependiendo del mejor postor ¿o no “Tu nombre”?

Ambos, sujeto y maestro están listos para el segundo acto, momento de decisión… No se sabe que pasará, toca dejar todo al azar, esperar que la casa y las linternas sigan  a su favor y no los traicionen… Son las 4 de la mañana, momento de transición entre el final de la oscuridad de la noche y los primeros rastros del amanecer, todo está inusualmente oscuro, lo único que se puede ver es lo que alcanzan a iluminar las agotadas linternas, les quedan poco tiempo de vida, ya tenemos algo en común “Tu nombre” nuestras linternas nos van a traicionar… suspenso, no se sabe cuál linterna nos abandonará primero, y con su traición, uno de los 2 quedará expuesto en las sombras, “Tu nombre” no digas nada, quédate en silencio.

La linterna del maestro ha cedido, y con ello el sujeto se ha quedado solo, siente miedo, quiere escapar de la situación, realmente no es apto para hacer lo que sea necesario, su linterna cede, está nervioso, siente una ligera brisa… Su linterna por culpa vuelve a ser leal y enciende, ilumina el mural, está agrietado… se escuchan pasos en el techo, ilumina a la ventana, está abierta… la casa lo ha traicionado, ve como la poca luz que entraba por la ventana se desvanece…ya no está solo en la habitación, ha perdido el juego… Se escucha un grito.

Manuel Alejandro Nieto González

martes, 12 de marzo de 2013

La triste historia de una marioneta



Desequilibrio, te acercas al espejo y ves que tu piel parece de trapo, estas tenso… Muy tenso, le sonríes al espejo, pero él no te devuelve la sonrisa, te mira con desprecio, te susurra “no me pidas más” y luego vuelve a seguirte, te sorprendes por lo que acaba de suceder… No lo podes creer, y deseas repetir la experiencia.

Te acercas al espejo de nuevo y ves que tu cara luce rígida, está cianótica, está fría, sientes un ligero malestar, quieres destruir algo, quieres acabar con alguien… ¡No me pidas más¡ - vuelve a pronunciarse tu "yo" congelado en el espejo.

El espejo se mueve lentamente desde su universo y saca un pequeño papel de “su” bolsillo… y pronuncia las palabras escritas en ese papel “Y siempre he sido mejor en mi papel de marioneta que de persona”… termina de leer eso y miras  sus ojos, se ven oscuros, están vacíos… ha perdido todo rasgo de humanidad, ya solo es una marioneta movida por tus deseos ocultos.

¡No me pidas más!- dice la marioneta, esta vez ya no se escucha como tu vos, se escucha como una agonía, debes liberarlo del espejo, tienes que darle una brisa de esperanza. Tienes cerca un libro que has escrito con bastante esfuerzo, pero lo has forzado en parte… has escrito mentiras, estás atado a el.
Abres el libro, escribes en su primera página “¡no me pidas más!”, la marioneta sonríe, sientes un ligero escalofrío… te gusto esa sensación de irá contra ti mismo al escribir esa frase. Desgarras unas páginas del libro y ves como el espejo se agrieta un poco, la marioneta ya no se puede contener, está riéndose a carcajadas, sus ojos son vacío… Quiere llevarse lo que les queda de vida a ambos, trata de entrar en tu mente, si es que ya no está en ella… Sus manos de madera empiezan a salir a través del espejo agrietado, el ruido que produce el espejo a medida que se rompe es horrendo, deseas pararlo.
Tienes en libro en las manos, abres otra página y tachas tu nombre, es un fin simbólico... Escribes “no quiero nada más de mí, o de tí”… Tiras el libro contra el espejo, el espejo se rompe y caen muchos pedazos al piso, aún queda el marco en el sitio donde estaba, pero ya no ves el vacío que estaba adentro del espejo, ahora el vació está en cada sitio que ves en el piso.

Se ha callado para siempre la voz que dice “no me pidas más”… y para concluir repites esa frase “no me pidas más” y ahora entra el silencio en el cuarto. 

Silencio… Siento como él aún me observa desde cada pedazo del que alguna vez fue el cristal que me vio ser yo, o más bien ser él. Me acerco a uno de los pedazos del cristal y lo observo: él tiene una expresión de nostalgia y desolación, sabe que finalmente se ha desvanecido como un simple suspiro, aunque para terminar con este ritual pagano, debo destruir el último sitio donde habita la última gota de su esencia: yo.

viernes, 8 de marzo de 2013

V




Estas acercándote hacia ella, a sus ojos azules, todo alrededor es silencio, el silencio ya no es soledad… ahora es esperanza, ilusión. Con cada paso que das la distancia es menor, de repente algo te hace detenerte en seco, algo ha pasado en el lugar… percibes algo que no habías notado antes, giras la cabeza hacia el lugar de donde viniste, se alcanza a ver a lo lejos fuego, te das cuenta de que el bosque está en peligro, giras la cabeza de nuevo en dirección hacia la musa y ves como lentamente su sonrisa se deteriora, camina hacia adelante para finalmente encontrarte y alcanza a rozar tu mano ligeramente, sientes un poco de frio, pero su mano pasa a través de la tuya, la miras a los ojos… Ahora ella sabe que realmente existes y que la estás buscando, y tu… ¡Tu! Ya sabes que ella te estará esperando en aquel bosque frio perdido en algún lugar.

Miras al cielo tratando de memorizar algún tipo de mapa imaginario basándote en las estrellas para poder llegar donde la musa de ojos azules, sabes que queda poco tiempo antes que despiertes en mitad del bosque donde decidiste parar un tiempo para viajar en sueños a este bosque perdido, sientes que te encuentras tan cerca pero a la vez tan lejos de lo que deseas, pero tienes la confianza y certeza que tarde o temprano lograras llegar a ese lugar. Los arboles pierden su color, ahora parecen como una foto antigua, la neblina los absorbe, ya no se alcanzan a ver, todo se ve gris ahora y tú estás… ¿éstas?…En silencio.

martes, 5 de marzo de 2013

Apariencias

Se encuentra acorralado al fondo de un callejón oscuro, tiene miedo y está armado, lleva unos cuantos segundos escondido detras de un basurero donde se alcanza a filtrar un poco de luz proveniente del edificio de alfrente, esta nervioso,empieza a sudar.

Siente que hay alguien al fondo del callejón observandolo,  ¡Uno ! ¡Dos! ¡Tres! escucha pasos que se acercan lentamente, alguien empieza a reírse y cuando acaba su risa burlesca, se escucha un ligero silbido,está entonando suavemente una canción de cuna, los pasos se detienen, él se prepara para desenfundar su arma cuando escuche el próximo sonido.

Se encuentra impaciente, quiere saber que pasará, tiene el arma en su mano... está temblando, se escuchan ruidos que se acercan hacia él, se prepara a disparar... ¡Estruendo!.. Se escucha un sonido muy fuerte.

Nadie sabe que paso que en el fondo del callejón, todo es silencio y hasta el silencio observa con intriga desde el fondo del callejón... él levanta su pluma y continua escribiendo.

Alejandro Nieto


LA DISCONTINUIDAD DEL SER (Borrador)

LA DISCONTINUIDAD DEL SER.  Es un día como cualquier otro en la ciudad de Cienago, la tarde un poco húmeda y fría, acaba de llover un...