jueves, 1 de octubre de 2015

Continuación The eight aster



 Jorge entra en pánico, intenta nuevamente despertar a charles, pero no lo logra, corre al baño del cuarto… Mientras observa como las paredes rojizas se mueven, llena un vaso con agua y lo  tira completo sobre charles… él finalmente despierta, sus ojos están blancos, en su cara aparecen unas ojeras muy profundas, sus ojos se empiezan a hundir cada vez más y pronuncia en un tono gutural, las siguientes palabras que dejaron totalmente paralizado a Jorge:
 “Aléjate del Hotel Craft, a menos que desees nuestra misma suerte, termino de decir esta frase y se quedó en silencio, luego se empezó a retorcer sobre la cama y a susurrar en modo de adoración la siguiente frase: “ Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn”
 Jorge no puede más, su juicio de la realidad está en juego, da unos pasos hacia atrás y sin darse cuenta es víctima de un estante de libros mal ubicado, se golpea bastante fuerte con este, y cae al piso… a lo lejos se escucha la adoración de ese ser metido en Jorge, mientras la imagen del lugar empieza a perderse en la oscuridad… Jorge se ha desmayado.






II Lo que sucedió después de despertar

Son las 6 a.m. y los primeros rayos de luz se empiezan a filtrar a través de la ventana del cuarto número 85 del hotel the gold arrow. Charles abre los ojos muy despacio debido a que la luz que le está dando en toda la cara, levanta los brazos mientras da un profundo bostezo y se incorpora, con la plena satisfacción que podría tener un hombre después de una noche de un buen sueño reparador, siente que todo lo que ha pasado el día de ayer fue simplemente una maraña de coincidencias, y sonríe al pensar en lo absurdo de la situación, mira al piso y encuentra un vaso de cristal roto en el suelo, vuelve a sentarse sobre la cama y se revisa el pie izquierdo.

— Jorge, debes tener más cuidado con los vasos  —dijo Charles mientras veía como de su pie salían algunas gotas de sangre.

Charles sigue sentado en la cama y observa el estante de libros, ve que algunos libros faltan y le parece bastante extraño. — ¿Dónde estás Jorge?—dijo, mientras se acercaba al estante de los libros, ahora el ángulo en que se encuentra le permite ver a su amigo tirado en el suelo, junto a su cabeza se encuentran varios libros de los que faltaban en el estante.

Charles corre y se acerca más a él, — ¿Estás bien viejo?— Que te ha pasado, contame.

Jorge abre los ojos por un momento,— Lo que ha pasado viejo, es que tuve una pesadilla, tus ojos eran blancos y adorabas a una ente extraño, te despertaste después de que te lance agua con un vaso— Termina de decir esto, cierra los ojos y suspira.
 
— Jorge, me corte con el vaso que lanzaste— Estas seguro que todo está bien dijo charles mientras su cara expresaba cierta preocupación por su amigo.

— Claro, aunque estoy algo aturdido por el golpe— más bien ayúdame a levantarme y vamos donde el viejo del reloj para saber lo que tiene que contarnos.

Salen del cuarto, y van al pasillo de la derecha, primero se encuentran con el cuarto 84, ven la puerta de madera y sonriendo recuerdan el incómodo incidente del día anterior, y piensan que pequeño descuido, siguen caminando en ese pasillo y luego giran a la izquierda, allí se encuentran con las escaleras que dan al tercer piso, las bajan y continúan con la siguiente escalera hasta llegar al primer piso, allí empujan la puerta que está allí y esta se desplaza hacia afuera, salen de ese lugar y se dirigen al lobby del hotel.

Para la sorpresa de Charles y de Jorge, esta vez, no hay nadie en el lobby, son las 8 a.m. y el lobby esta vacío
—Deben estar en reunión de personal— Dijo Jorge, vamos donde el anciano, parece un camino largo.

Finalmente salen del hotel, siguen un camino recto en piedra, a los lados del camino se encuentra varias flores extrañas que solo crecen en este sector, o por lo menos eso es lo que dice el letrero de la inscripción, es una flor blanca, con muchos pétalos, algunas ramas tienen espinas, alrededor de lo que parece que es un fruto, otras tienen como semillas negras dentro de este.

    Jorge— ¿No te parece extraña esa planta?. Quiero decir… Recuerdas aquel cuadro que vimos el otro día, el de la fuente de R'lyeh.
    Claro, como olvidarlo… Que susto nos metimos ese día.
    Estoy seguro que esas extrañas flores estaban adornando una esquina de la fuente dice jorge, ¿No te parece extraño todo esto? Estoy empezando a pensar que no son solo coincidencias, y que realmente deberíamos irnos… lo que sucedió hoy me ha dejado algo perturbado, soñe, o creo que soñe que estabas vestido con un traje antiguo, muy antiguo de un culto de antaño, y que tus ojos no eran tus ojos, lo que quiero decir es que era tu rostro,se veía como vos, pero no eras vos, te veías vacío, sin alma, perdido y me dijiste con tono gutural:

     “Aléjate del Hotel Craft, a menos que desees nuestra misma suerte, y  luego  susurraste “ Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn” la misma frase del trozo de papel dentro del cuadro. Charles viejo, suerte con esto, todo ssto es muy confuso y extraño, aunque no te lo negaré que tengo un deseo mórbido de saber que diablos está pasando aquí, aunque muy en el fondo se que deberíamos irnos, que algo malo esta por pasar, lo veo venir.

Calmate Jorge, estas aún aturdido por el golpe, mas bien vamos a ir donde el anciano del reloj, quiero escuchar su historia.

Esta bien charles, dice Jorge mientras suspira y toma un sorbo de café que acaban de comprar, se toma un momento para sentir el sabor, y se pasa la mano por el pelo, y encuentra en su frente, oculto por el cabello una herida pequeña, le molesta un poco,  y empieza a olvidar todo el asunto que había acabado de pasar, mientras toma un sorbo de café lentamente.

Pasan 10 minutos y llegan a un grupo de casas cerca del hotel, el lugar se ve muy pintoresco, 8 casas exactamente iguales, alrededor de un pequeño lago, con un marco de piedra a sus alrededores, y lleno de jardines y flores, esto les llama la atención a Charles y Jorge, y desvia sus pensamientos sobre la futura charla con el anciano… todo esto debe ser un sitio turístico piensan, y desean haber tenido una cámara con ellos en ese momento, una pequeña aldea alrededor de un lago tan perfecta, no se ve todos los días ¿O sí?

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